En todo este maremagnum de vampiros y hombres lobos que estamos sufriendo en los últimos años, apenas se salvan un puñado de películas entre las que yo incluyo las dos primeras partes de la saga Underworld... de las pocas cintas de tienen algo de coherencia y calidad.
Buena culpa de ello es de mi adorada Kate Beckinsale, cuya ausencia se notó mucho en la tercera entrega. Ahora vuelve al papel donde mejor se desenvuelve y por tanto, vuelve el interés a una saga que, sin ella, estaba destinada a convertirse en carne de telefilm.
Underworld Awekening... a ver si es cierto y nos despierta de tanto vampiro romanticón y estúpido.
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