Remake... Remake... y otro Remake.
Del clásico de Oscar Wilde, El retrato de Dorian Gray, se han hecho alguna que otra película ya, así pues, no creo que este nuevo largometraje vaya a descubrir algo nuevo salvo añadir algo de suspense y efectos especiales modernos en la ambientación, a lo que ya se ha hecho antes.
Aún así, puede resultar entretenido.
Via | Film Stage
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En lo que a mí respecta, esta es una de esas películas que deben ser en blanco y negro, aunque no se puede negar que dándole un aspecto medianamente bueno podría resultar aceptable. Esperemos, pues, el resultado.
ResponderEliminarUn punto quizás bueno, supongo, sea que se haga, por lo menos, algo más substancioso que una película para quinceañeros.