La vida te regala estos pequeños placeres...

No me lo podía creer. En serio, algo tan hermoso no puede ser cierto, pero lo es. A veces, incluso en el peor día de la semana, lleno de curro, con las cosas torcidas y hecho polvo, la casualidad hace que no todo sea malo. Un pequeño destello de luz en un día nublado...

Sí, esta mañana me he topado con algo que por fin vale la pena. Y lo sé porque la primera parte fue colosal.

La película se llama Megashark vs Crocosaurus... Impagable.

Ya conocéis mi predilección por este tipo de películas: malas películas. Pero no malas a secas, no... de esas hay a patadas. Me refiero a las películas tan malas, tan malas... tan malas, que se convierten en obras maestras. Películas que te dejan esa imagen grabada en la mente y que no se borra. Aquel tiburón saltando cienes y cienes de metros para morder un avión en pleno vuelo... Irrepetible, extraordinario, simplemente magistral.

Y este nuevo atrevimiento viene con el soberbio aliciente de incluir como actor principal al legendario "Steve Urkel"... No sé... ¿Se puede pedir más?

Después de deleitarme con Megafault (otra obra maestra de este género que comenté por twitter) estoy planteándome seriamente la opción de abrir una categoría para estas obras maestras... ya veremos.

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